domingo, 17 de enero de 2010

Rodin a Barcelona

650 kilos de bronce parcialmente pulido y perfilado, definido y abrupto.

Así, se sienta El pensador de Rodin frente al amasijo de coches que van y vienen desde un punto a otro, a los individuos que pasean y le miran, que se paran y captan su vista desde abajo. El movimiento frente a la quietud y la imagen de la deliberación que inevitablemente incita a la reflexión del que la contempla.

Desprotegido de cualquier signo de identificación textil, se muestra con su naturalidad sin tapujos. Algunos músculos bien definidos pero la piel con dobleces, traspiés en la materia y en los rasgos.

Desde lo alto de la urbanización se alza un hombre sobre una simple piedra y piensa.






En Rambla Catalunya hasta el 6 de febrero

1 comentario:

santi dijo...

I feel realy impress every time I've seen a Rodin's masterpiece. From my point of view, his forceful work gives lots of energy to people who gaze it in admiration.
But serious things, sometimes could have a fun side. Watching "Le penseur" he seems to think: where I could put my keys?