viernes, 30 de julio de 2010

polémicas


No estoy a favor de las prohibiciones, esto es así, creo de hecho que gran parte de las decisiones drásticas que se toman en un futuro pueden ser del resultado de una prohibición en su momento, como dice mi amigo Albert, es mejor que las cosas vayan desapareciendo lentamente, en su proceso natural porque si no, lo que se crea es polémica.

Hay un hecho cierto, ya se cerró una de las plazas de toros por falta de aficionados en Barcelona, y la Monumental, con un descenso considerable desde los años 80 también estaba condenada a desaparecer. ¿debería haberse esperado 20 años para no crear esta polémica? puede ser. Lo que es cierto es que, mal que nos pese, es una costumbre violenta que no deja de ser el maltrato a un animal lentamente en unas condiciones que le son desfavorables: un espacio reducido, unas puntilladas previas por parte del que no será su "matador" final, etc.

Yo no apoyo los toros, esto es así, como no apoyo tampoco los correbous, las peleas entre perros, las condiciones a las que se encuentran los animales para que sean más rentables a la hora de la distribución... esto es, cualquier acto que implique una lenta agonía por mero disfrute. Todo es un tema cultural, no nos podemos llegar a plantear meter a un caballo, una cabra montesa, un perro agresivo... en una plaza e intentar matarle con distintos cuchillazos porque nos parece una aberración, sin embargo, el toro desgraciadamente se ha ganado ese papel porque no puede criarse y aparearse tranquilamente como su naturaleza le indica porque se topó con el hombre que vio agradable disfrutar con una lucha por la supervivencia en desigualdad de condiciones.

Vamos a intentar dejar de hacer polémica de todos los pasos que da Cataluña, por favor, lo único que aviva esto son enfrentamientos y más conflictos inútiles. ¿por qué no se generó este debate cuando Canarias dio su espalda a esta tradición milenaria tan española? por puro oportunismo político. Montilla ha reconocido que no se ha prohibido por cuestiones identitarias y que de hecho, él mismo, había votado NO a la prohibición porque es un aficionado, y entre otras cosas, supongo que también por los problemas económicos que se generarán agravando aún más la situación en la que estamos. Pero es un resultado democrático, y mal que pese a algunos, hay que acatarlo, para eso se crearon los parlamentos.

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