jueves, 15 de noviembre de 2007

Volando con la Fura dels Baus

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.

OLIVERIO GIRONDO

"Sierra Leona, Guerra y Paz" de Gervasio Sánchez hasta el próximo 25 de noviembre en el Palau Robert


"Tengo amigos que dicen que lo más difícil no es cubrir una guerra sino regresar y sentir la incomprensión de los despachos. Esto es muy duro. Con lo fácil que es acercarte a una persona y acariciarle la mejilla, con lo fácil que es gestionar el cariño y lo difícil que es para algunas personas..."

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Hasta pronto, Chamita


La gente dice:
Polvo,
Sideral,
Funerario,
y se queda tranquila,
contenta,
satisfecha.
Pero escucha ese grillo,
esa brizna de noche,
de vida enloquecida.
Ahora es cuando canta
Ahora
y no mañana
Precisamente ahora.
Aquí.
A nuestro lado...
como si no pudiera cantar en otra parte.
¿Comprendes?
Yo tampoco.
Yo no comprendo nada.
No tan sólo tus manos son un puro milagro.
Un traspiés,
un olvido,
y acaso fueras mosca,
lechuga,
cocodrilo.
Y después...
esa estrella.
No preguntes.
¡Misterio!
El silencio.
Tu pelo.
Y el fervor,
la aquiescencia del universo entero,
para lograr tus poros,
esa ortiga,
esa piedra.
OLIVERIO GIRONDO

lunes, 5 de noviembre de 2007


Passant,regarde ce grand arbre,


et à travers lui,il peut suffire.


Car même déchiré, souillé


l'arbre des rues,c'est toute la nature,


tout le ciel,l'oiseau s'y pose,


le vent y bouge, le soleil y dit le même espoir malgré


la mort.



Philosophe,as-tu chance d'avoir l'arbre


dans ta rue,tes pensées seront moins ardues,


tes yeux plus libres,tes mains plus désireuses


de moins de nuit.



(Yves Bonnefoy)




Transeúnte, mira este gran árbol,


y a través de él, puede bastar.


Porque hasta desgarrado, manchado,


el árbol de las calles es toda la naturaleza, todo el cielo,


el ave se posa allí,


el viento se mueve y el sol tiene la misma esperanza


a pesar de la muerte.



Filósofo,


tienes la posibilidad de tener el árbol en tu calle,


tus pensamientos serán menos arduos, tus ojos más libres,


tus manos más deseosas de menos noche.